Médico, farmacéutico y de comienzos de siglo era Orestes Piñeiro, el fundador de La Candelaria.
En 1894 se construye este magnífico castillo levantado en homenaje a su esposa Candelaria de Marmol . Esta conocida pareja, no podía concebir, entonces ,adoptan a una niña llamada Rebeca.
La joven, contrae nupcias con Manuel Fraga,quien tampoco podía tener hijos.
Rebeca ,decide asumir una importante misión y se dedica a "Obras de Caridad" donde además de donar ropa a los niños pobres , funda "La colonia de vacaciones Rebeca Piñeiro del Marmol Fraga" en un sector de la estancia .
Al morir sus propietarios y al no tener descendientes,la herencia pasa a su cuñado Roberto Fraga que se casó dos veces y tuvo seis hijos,al morir , en 1965 el castillo le queda a sus hijos quienes fraccionaron los terrenos y los vendieron. En la actualidad quienes adquirieron el casco lo utilizan para turismo y actividades afines .En la capilla descansan los restos de la familia Fraga.
La estancia es digna de visitarse.El casco oculta su elegancia normanda entre caminos de casuarinas –el sello del paisajista Thays- y otras especies del frondoso parque. En su interior, entre arañas de Murano, muebles franceses y escaleras talladas, la construcción es una mezcla de estilos de la que aun hoy emana el lujo de antaño. Fue concebida por el arquitecto francés Alberto Favre y realizada con materiales importados de Europa a Lobos, sin escalas, en su totalidad.Con más de 10 habitaciones –todas con su baño en el diseño original- el castillo es un tesoro que hay que mirar con atención. El parque tiene 100 hectáreas, .
Adquirida por un grupo empresario que la abrió al turismo en 1994, fueron necesarias severas tareas de acondicionamiento. El abogado y teólogo Ricardo Ayerza está al frente de su administración, con esmero, ha rescatado no sólo el edificio y el parque sino también la historia familiar. Hoy, entre las habitaciones del castillo y los nueve cuartos próximos a la cancha de polo de la entrada, el establecimiento se dedica tanto a eventos empresarios como al turismo de pasajeros, que llega atraído por los aires de palacio.
Aunque no son los únicos. Por su proximidad de la escuela de paracaidismo de Lobos, los osados también son parte del paisaje: casamientos de parejas de blanco y smoking que sellan su unión en caída libre –el descenso dura lo suficiente como para pronunciar “si, quiero”- están a la orden del día.
Lobos un lugar donde posibilita el encuentro familiar para estar en contacto con un medio natural y a la vez
disfrutar de un día de campo.
Hasta pronto amigas
Stella Maris Gaitán
En 1894 se construye este magnífico castillo levantado en homenaje a su esposa Candelaria de Marmol . Esta conocida pareja, no podía concebir, entonces ,adoptan a una niña llamada Rebeca.
La joven, contrae nupcias con Manuel Fraga,quien tampoco podía tener hijos.
Rebeca ,decide asumir una importante misión y se dedica a "Obras de Caridad" donde además de donar ropa a los niños pobres , funda "La colonia de vacaciones Rebeca Piñeiro del Marmol Fraga" en un sector de la estancia .
Al morir sus propietarios y al no tener descendientes,la herencia pasa a su cuñado Roberto Fraga que se casó dos veces y tuvo seis hijos,al morir , en 1965 el castillo le queda a sus hijos quienes fraccionaron los terrenos y los vendieron. En la actualidad quienes adquirieron el casco lo utilizan para turismo y actividades afines .En la capilla descansan los restos de la familia Fraga.
La estancia es digna de visitarse.El casco oculta su elegancia normanda entre caminos de casuarinas –el sello del paisajista Thays- y otras especies del frondoso parque. En su interior, entre arañas de Murano, muebles franceses y escaleras talladas, la construcción es una mezcla de estilos de la que aun hoy emana el lujo de antaño. Fue concebida por el arquitecto francés Alberto Favre y realizada con materiales importados de Europa a Lobos, sin escalas, en su totalidad.Con más de 10 habitaciones –todas con su baño en el diseño original- el castillo es un tesoro que hay que mirar con atención. El parque tiene 100 hectáreas, .
Adquirida por un grupo empresario que la abrió al turismo en 1994, fueron necesarias severas tareas de acondicionamiento. El abogado y teólogo Ricardo Ayerza está al frente de su administración, con esmero, ha rescatado no sólo el edificio y el parque sino también la historia familiar. Hoy, entre las habitaciones del castillo y los nueve cuartos próximos a la cancha de polo de la entrada, el establecimiento se dedica tanto a eventos empresarios como al turismo de pasajeros, que llega atraído por los aires de palacio.
Aunque no son los únicos. Por su proximidad de la escuela de paracaidismo de Lobos, los osados también son parte del paisaje: casamientos de parejas de blanco y smoking que sellan su unión en caída libre –el descenso dura lo suficiente como para pronunciar “si, quiero”- están a la orden del día.
Lobos un lugar donde posibilita el encuentro familiar para estar en contacto con un medio natural y a la vez
disfrutar de un día de campo.
Hasta pronto amigas
Stella Maris Gaitán
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